Icela Rodríguez, el poder femenino contra la ola de feminicidas (Idalia Díaz/Maraña de mujer)

La proeza de ocupar el puesto se queda corta con el nivel de responsabilidad que asumió Rosa Icela Rodríguez al conquistar la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSP), puesto que garantizar la seguridad es una factura pendiente del gobierno con los mexicanos y más con las mujeres, quienes sufren los niveles más brutales de la violencia que impera en nuestro país.

La  designación presidencial de una mujer al frente dela SSP del país es un mínimo avance que representa una gran victoria para lucha de igualdad de género. El trabajo de Icela Rodríguez ante esta institución enfrenta un doble reto, porque además de garantizar la seguridad para todos los mexicanos, es la primera mujer mexicana que está al frente de una agrupación dominada por hombres, cuasi militares, donde posiblemente se enfrentará con arraigadas tradiciones machistas. Aunado a ello, está frente a un escenario hostil de feminicidios, es decir ante  “la muerte violenta de mujeres por razones de género”. No es cosa fácil sostener y salir a flote con tan imperante labor.

En ningún momento de nuestra historia se había registrado un hecho parecido, por ello hay que aplaudir, sin embargo también implica sostener, apoyar y solidarizarse, pues por falta de capacidad no creo Icela Rodríguez pueda fallar, pero si por el hecho de ser mujer, pues se espera para ella, sólo por su condición de mujer, reacciones tiranas, desestimas, denigraciones, etc., porque no es un mito que la actitud machista  somete a nuestra sociedad mexicana, y no solo por parte de hombres sino también de muchas mujeres que siguen reproduciendo dichos patrones.

El papel de la mujer mexicana ante los momentos más importantes de nuestra historia ha sido transformador, pero invisibilizado, ignorado, minimizado, casi borrado. Por eso hasta nuestros días, le cuesta a la mujer mexicana lograr la autonomía en la toma de decisiones, principalmente en los espacios de mayor liderazgo; esperamos, muchas mexicanas, que Icela Rodríguez logre sacar su poder femenino para vencer la monstruosa cultura machista que arrebata la vida de miles de niñas y mujeres víctimas de la violencia de género.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que desde el 2016, la participación de la mujer en posiciones de liderazgo en México solo representa el 17%,  contra el 30% de los países desarrollados. La brecha es muy distante, mucho más cuando se revisan las estadísticas de países como  Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia, donde  el 50% de los puestos de gobierno son ocupados por mujeres.

No obstante, un hecho debe quedar claro entre nosotras, las mujeres mexicanas, que hablar de la mujer en México es hablar de más de la mitad de la población total, de más de la mitad de la población en edad de trabajar, de prácticamente la mitad de la matrícula escolar nacional, y del mayor número de votantes registrados en el padrón electoral vigente. Las mujeres somos mayoría y nos necesitamos para cambiar un país arraigado en el machismo.

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