¿Por qué están tan enojados los norteños? 1 razón (Maraña de mujer/Idalia Díaz)

Más del 50 por ciento del financiamiento público y privado destinado al sector agropecuario se concentra 6 entidades del Norte y Occidente del país: Sinaloa, Jalisco, Chihuahua, Sonora, Michoacán, Guanajuato y Tamaulipas y sólo beneficia al 10% de los productores de mayores ingresos; miles de pequeños productores de México quedan fuera de la cartera de créditos y subsidios para el campo.

Esta añeja disparidad de distribución de recursos financieros agropecuarios se refleja en los informes de actividades de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SAGARPA), de FIRA (Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura) y de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FDN); el presupuesto de estos tres organismos ha privilegiado a los productores de mayores ingresos del país; es decir han beneficiado al más rico y han orillado a la gran masa de pequeños productores a la miseria y al abandono de sus tierras.

En efecto, los informes revelan que en el 10% de los productores más grandes concentran: el 80% de ingreso objetivo o apoyos a la comercialización, el 60% de los subsidios energéticos e hídricos, el 55% de los apoyos para la adquisición de activos productivos de los programas de Desarrollo Rural y  el 45% de ex programa de Procampo; es decir, en ese 10 por ciento se va más del 50 por ciento de todos los programas y subsidios tanto públicos como privados de la nación.

En 2015, por el incremento del PIB, la superficie sembrada en el país alcanzó los 21 millones de hectáreas, cinco millones más que las registradas en 1980; pero el porcentaje de población pobre o en extrema pobreza en zonas rurales aumentó; esto indica que es producto de esta distribución desigual de los recursos.

En el informe del 2016 de la SAGARPA, por ejemplo, señala que la mayoría de los productores más pobres (los que tienen menos de 5 hectáreas) estaban completamente excluidos del ex PROCAMPO, es decir este programa fue una farsa en los estados del Sur-Sureste, aun cuando en los informes gubernamentales figuraba entre los apoyos destinado al productor más necesitado.

Entre sus diversas trasformaciones que tuvo PROCAMPO durante su existencia destaca la exclusión de cientos de pequeños productores; en 1995 solo apoyo a los productores de ciertos productos como maíz, frijol, etc., luego destinó los recursos por extensión de tierra cultivable  y solo benefició a los que tenían de 100 hasta 5,000 hectáreas,  el 2014 fue el único año que benefició a los que tenían arriba de 3 hectáreas. Esto revela que las dádivas que recibía el pequeño productor del Sur-Sureste eran de otros programas porque nunca reunieron los requisitos; pues hasta el 2015, los productores de 5 hectáreas, concentrados principalmente en las zonas Sur y Sureste,  representaban el 78%  del total de productores del país y solo les correspondía el 45.6% de los recursos.

Caso similar con FIRA, de acuerdo a sus informes, desde el 2010 financió a los sectores con mayor capacidad productiva y dejó a un lado los productores de bajos ingresos, los cuales representaban el 96.8 por ciento del total de sus acreditados  y quienes desde ese año recibían solo el 40.7% del total del crédito, mientras los productores de más altos ingresos, que representan el 3.3 por ciento, recibían  el 59.3 por ciento. Para el pequeño productor,  en promedio, destinaba 16 mil 261 pesos y a para los grandes 52 mil 562 pesos; en el 2016 para el microempresario dio 6 mil 620 pesos y  108 mil 736 pesos para grandes empresas. Los más favorecidos aparecen también  en los estados de Sinaloa, Jalisco, Chihuahua, Sonora, Michoacán, Guanajuato y Tamaulipas y solo representan el 17.7% de las Unidades de Producción (UP).

La Financiera Rural hace casi lo mismo,  en el 2018 otorgó más de 55 mil millones de pesos a 89 mil productores, el promedio del financiamiento fue de más de 623 millones  de pesos por productor, según la financiera, cifra que también solo beneficia a grandes productores.  Al analizar el presupuesto SAGARPA, resalta que del  2007-2016 ejerció más del 40% de su presupuesto en las mismas cinco entidades del país.

Cada año, los mexicanos tienen que pagar los altos costos de producción agropecuaria del Norte-Occidente del país, pues la carencia del vital líquido encarece los gastos de producción y es claro que se invierte más de los que se produce. Es hora de mirar hacia el Sur…

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