El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Chiapas es sinónimo de rapiña, despojo y traición; sin embargo sigue tan consolidado en la 4T y hará todo lo necesario para no agonizar en la entidad. No es para menos, que representantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de más 60 municipios del estado se pronuncien públicamente en contra de cualquier alianza con este partido, pues su representante mayor, Manuel Velasco Coello, goza de absoluta impunidad, cuando dejó a la entidad sumida en una histórica deuda de más de 40 mil millones de pesos.
Chiapas ha sido el campo de experimentación en la compra de votos, aquí la “democracia” se mide por candidatos elegidos por dedazo, alianzas y acuerdos oscuros entre partidos políticos y el Estado, no es de admirarse que los representantes de Morena también estén exigido a la dirigencia nacional, mecanismos más democráticos para la elección de los candidatos rumbo a las elecciones del 2021, pues sienten que las “malas jugadas”, como la del 2018, se aproximan.
Ante Mario Delgado, líder nacional del partido de Morena, las bases morenistas de la entidad expresaron su desacuerdo de ir en alianza con el PVEM, ya que, según señalaron, representa corrupción y va en contra de todos los principios morales que necesita el estado para confiar nuevamente en sus autoridades; pese a ello, el Verde Ecologista se siente seguro en Chiapas y muy posiblemente esa alianza se podría consumar, pues desde las cúpulas federales hay inclinaciones que empoderan al partido; además Morena encuentra fuerza en los partidos pequeños para desmembrar a la oposición.
Sin embargo, Mario Delgado no debe dejar por desapercibida las exigencias de los militantes de Morena, no sólo de Chiapas, porque al parecer, a nivel nacional se manifiesta dicha oposición, así lo dieron a conocer los morenistas de Nuevo León, el pasado domingo, donde el propio Mario Delgado fue suspendido de la reunión por el mismo desacuerdo. Los inconformes morenistas de ese estado acudieron al lugar de la reunión y el desencuentro con Mario Delgado escaló a un intercambio de golpes, empujones y palabras altisonantes, por lo que optaron por cancelar la reunión presencial y transmitirla por Zoom.
El martes de la semana pasada, también casi el 90 por ciento de los consejeros de Morena de San Luis Potosí rechazaron la coalición con el Partido Verde para la gubernatura, luego de que en dicha entidad el diputado del Verde, Ricardo Gallardo, inició una precampaña. Los consejeros explicaron que Gallardo es identificado en este estado por antecedentes de posibles actos de corrupción.
Por supuesto que en Chiapas, una alianza entre MORENA y PVEM, sería la peor traición de la 4T, tras no basta, los chiapanecos están padeciendo la deuda del anterior gobernador Verde, pues los recursos de la administración actual se han usada para pagar gran parte de la deuda heredada y los diputados locales se hicieron de la “vista gorda” al no exigir trasparencia de los recursos.
Los representantes de Morena en Chiapas señalaron a Ciro Sales Ruiz, presidente estatal del partido, como el principal responsable de mantener los cacicazgos políticos en la entidad; pues no hay otra lectura cuando las intenciones de la alianza son muy claras.
Desde hace una década, el PVEM está agonizando a nivel nacional y Chiapas ha sido su salvador. En la elección del 2012 y 2015, el PVEM se salvó de desaparecer a nivel nacional por los electores chiapanecos y la “estrategia” del ex gobernador, Manuel Velasco Coello, que le dio más de un millón 200 mil votos para que conservara su registro.
En las elecciones del 2018, el PVEM tuvo dos millones 528,175 votos, equivalentes a 4.54% de la votación nacional y gran parte de este resultado también se lo debe a Chiapas, pese a que el estado quedó en ruinas. En este sentido, las alianzas entre fuerzas políticas sólo sirven para mantener los cacicazgos, difícil pensar que ayuden para la transformación del sistema político de México.
