En Chiapas todavía hay funcionarios que no les entra el chip de lo que significa la Cuarta Transformación y, lo que es peor, que contrarían el discurso que en lo público y en lo privado emite el gobernador Rutilio Escandón.
Tal es el caso del Centro Estatal de Prevención Social de la Violencia, a cargo de Emma Itzel Orantes Ortega, que organiza conferencias de liderazgo y participación ciudadana teniendo como ponentes y actores principales a presidentes de partidos locales, con el fin de promover a estos partidos de cara a la elección de 2021.
Les debe de quedar claro tanto al Centro Estatal como al Secretariado Ejecutivo, que la responsabilidad que hoy tienen no debe sostenerse en coyunturas políticas ni oportunismos electorales, por el contrario, deben responder a la confianza que les brindó en algún momento el gobernador del Estado, y que hoy está severamente agraviada.