Willy Ochoa destacó dos características del mal gobierno de Tuxtla en la actualidad: improvisaciones e indolencia, propias de la personalidad de Carlos Morales que, obsesionado con ser alcalde, no supo dirigir los destinos de una gran ciudad.
“Nosotros vamos a competir por primera y única vez; vamos a ganar y a hacer un gobierno de resultados, empático con las familias tuxtlecas, que tenga rumbo, orden y sepa a dónde ir, para que no esté dando tumbos, improvisando y menospreciando a los tuxtlecos y sus problemáticas”, refirió.
“Puede el alcalde con licencia esconderse en Morena y pretender engañarnos, pero ya no nos volverá a ver la cara, porque conocemos su obsesión con ser presidente y quedó demostrado que cuando pudo no quiso y ahora que quiere repetir, la gente ya conoce su pésima gestión”, agregó.
“El impulso de Morena quedó enterrado con este mal gobierno, mientras su partido proponía atención, Carlos Morales enrejaba su Ayuntamiento; se la pasó encerrado toda la pandemia y ahora que sale a elecciones, se topa con la realidad que se ganó a pulso: nadie le cree su falsa preocupación por la ciudad y sus problemas”, indicó.
“Este gobierno improvisado, sin rumbo, sin orden y sin un punto de referencia al cual dirigirlo, lo retrata tal cual es: obsesionado con ser alcalde en su cuarta elección, pero terco y cerrado a cambiar su forma; no conviene a Tuxtla porque serán tres años más de abandono, olvido e indolencia”, matizó.
“Carlos Morales puede suponer que Morena es su salvación, pero las familias tuxtlecas no van a permitir que siga al frente de la ciudad un obsesionado que, a parte, no sabe qué hacer cuando está donde debe da resultados”, concluyó.
