Expendios ilegales de gasolina, bombas de tiempo en Chiapas (En la Mira / Héctor Estrada)

La explosión de un expendio clandestino esta semana en Mazapa de Madero ha puesto de manifiesto un delito que se comete todos los días, pero del que poco se habla: el tráfico y venta ilegal de combustible en Chiapas.

Cada año se estima que de manera irregular ingresan por la frontera entre Chiapas y Guatemala alrededor de 400 mil litros de gasolina. En pipas, camiones cargados de contenedores improvisados e, incluso, a la vista de las autoridades fronterizas, el combustible ingresa a nuestra entidad sin muchas complicaciones.

Se trata de gasolina que termina siendo comercializada en expendios clandestinos como el de Mazapa de Madero a litros 4 o 5 peso más baratos que en las gasolineras reguladas. Es un negocio ilícito que hoy tiene en al borde la quiebra a más del 40 por ciento de las gasolineras de la región y ha provocado el despido de al menos 500 empleados durante los últimos años.

A decir del diputado federal Carlos Alberto Morales Vázquez, los huachicoleros negocian a plena luz del día entre Guatemala y Chiapas vendiendo el combustible a mitad de precio de lo que cuesta normalmente en las gasolineras del estado, además de que la mezclan con etanol o solventes para hacerla rendir y obtener más ganancias sin importar los años que puedan causar.

En la comercialización participan hombres, mujeres y niños que no cumplen con ningún protocolo de Protección Civil para minimizar riesgos, por lo que la tragedia se mantiene “al filo de la navaja” en varias comunidades y carreteras de Chiapas que funcionan como almacenes irregulares. Sin regulaciones aduanales, sin pagar impuestos para su venta en territorio nacional y con los riesgos que implica su transportación ilegal se ha convertido en un negocio que hoy tiene en la quiebra a varios empresarios locales.

Durante el 2019 la Fiscalía General de la República logró el decomiso de más 2 mil litros de gasolina en diferentes puntos estratégicos de la geografía chiapaneca. Sin embargo, tan sólo en lo que van de 2020 los agentes federales aseguraron cuatro mil litros de combustible robado en la vía Trinitaria-Comitán, convirtiéndose en uno de los aseguramientos más importantes dentro de Chiapas.

Pero el asunto va más allá de los evidentes riesgos que significa su venta ilegal. El incremento de expendios irregulares y el aumento en el ingreso de combustible también ha puesto en “jaque” a las gasolineras y los empleados que dependen de ellas. Según una investigación hecha por Noticieros Televisa, durante los últimos años las ventas se han desplomados en alrededor de un 70 por ciento.

Es un problema de alto riesgo y competencia desleal que transcurre sin las mayores complicaciones, que genera numerosas pérdidas para la economía local y la preservación de empleos; pero también que mantiene latente la posibilidad de tragedias provocadas por la irresponsabilidad de los traficantes, la inconsciencia de los consumidores y, sobre todo, la complicidad de autoridades corruptas… así las cosas.

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