Coneculta, a flote, pese a nadar a contracorriente

Teniendo que sortear un presupuesto reducido y la continuidad de reajustes inevitables al interior de la institución, este 5 de diciembre se cumplió un año desde que Matza Maranto Zepeda tomó las riendas del Consejo Estatal para las Cultura y las Artes de Chiapas (Coneculta). No ha sido nada sencillo para la escritora chiapaneca, quien desde el principio tuvo que remar a contracorriente.

A Matza Maranto le tocó iniciar su gestión con el escándalo desatado tras el proceso administrativo en contra del anterior director de la Orquesta Sinfónica de Chiapas. Un expediente de presunto nepotismo que, si bien fue iniciado desde antes de su llegada a Coneculta por la Auditoria Superior del Estado, tuvo que enfrentar de manera temprana en medio de una guerra de descalificaciones y «pataleos» que al final de cuentas pudo sortear.

Aunque de manera institucional no se hable públicamente de las reducciones presupuestales, lo cierto es que desde hace unos años el Coneculta opera con recursos muy limitados. Es justo ahí donde la actual directora general ha mostrado sus mejores cartas. Con poco, muy poco presupuesto, Maranto Zepeda ha tenido que sacar adelante importantes compromisos de la dependencia durante el año que este mes concluye.

Destacan los casos del Cervantino Barroco en San Cristóbal de las Casas, el Festival Internacional Marimbistas en Chiapa de Corzo, el Festival Internacional Rosario Castellanos en Comitán y el Festival Fray Matías de Córdoba en Tapachula, que salieron bastante bien librados, pese a todas las adversidades, incluidas el repentito retiro de algunas las aportaciones municipales ya antes comprometidas.

A lo anterior súmele usted que varias de las actividades han sido posibles a base de gestiones y el apoyo desinteresado de artistas y creadores aliados. Ejemplo de ello son las visitas del reconocido violinista, compositor y director de orquesta, Román Revueltas Retes, quien por primera vez ofreció en Chiapas un curso especializado de capacitación a la Orquesta Sinfónica de Chiapas y un recital de violín, sin mayor cobro de honorarios que los gastos de trasportación.

Ese ha sido el reto para una institución que enfrenta desde hace años uno de los mayores estiajes en materia de recursos públicos. Y el futuro para los siguientes años tampoco luce tan alentador. Por eso el trabajo a contracorriente que se realiza desde Coneculta no debe demeritarse, pero sobre todo no debe convertirse en una costumbre justificada para quienes realizan el reparto presupuestal y tienen en sus manos la posibilidad de sacar del «bache financiero» a tan importantes rubros, como son las culturas y las artes de Chiapas.

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