Chiapanecos castigados por ampliación de supercarretera Tuxtla-San Cristóbal (Maraña de mujer/Idalia Díaz)

A los chiapanecos les saldrá caro la ampliación de la supercarretera Tuxtla-San Cristóbal, porque a escasos días de haber iniciado los trabajos de la obra, la Concesionaria de Autopistas del Sureste (CAS) le valió los estragos de la pandemia por el Covid-19 e incrementó la tarifa hasta en un 20%.

Apenas, el pasado 5 de enero, el presidente Nacional de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos, A.C. (CONATRAM) a nivel nacional, Elías Dip Ramé, solicitó a las autoridades y concesionarias correspondientes del país que considerarán el aumento de las tarifas de las carreteras de cobro, pues le parece “injusto” el incremento, ya que la economía del país enfrenta graves problemas por los estragos de la pandemia del Covid-19.

Sin embargo, la Concesionaria de Autopistas del Sureste no sólo se adelantó a subir su tarifa en enero, porque regularmente todas las autopistas del país lo hacen hasta febrero, sino que realizó un aumento sin precedente del 20% y sin justificación alguna, más que la ampliación de la supercarretera. Este año, CAS aumentó la tarifa tres veces más que el año pasado, la cual fue del 3%.

No es para menos, que el 19 de enero, la agrupación denominada Acción Ciudadana para el Buen Gobierno de San Cristóbal, transportistas y usuarios de la supercarretera Tuxtla-San Cristóbal se manifestaran por el “abusivo” aumento de la cuota, señalaron que “desde cualquier punto de vista, este incremento es injusto, ilegal, ilegítimo e inviable en esta situación de crisis económica para el pueblo trabajador”.

Los inconformes insisten en que no hay justificación para semejante incremento en las tarifas de esta carretera de tan sólo 46 kilómetros, pues el único motivo es que CAS ya inició el cobro de la ampliación de la misma. Según el gobierno del estado, esta ampliación, que dio inició el pasado diciembre del 2020, beneficiará a la entidad; sin embrago, el costo de este “beneficio” es muy lacerante para todos los chiapanecos, en este momento, ya que al final somos los que pagaremos a muy alto costo y de forma anticipada la inversión de la concesionaria.

La agrupación advierte que demandará a la concesionaria española por dicho abuso que está realizando en una de las vías de comunicación más importante del estado, pues cada día pasan más de 11 mil vehículos por esa supercarretera. Con la pena de que en Chiapas no hay Estado de Derecho, si en su momento, las autoridades competentes no pudieron regular de las tarifas de pasaje del transporte público y cada año, los concesionarios hacen de las suyas, menos que exista una regulación con respecto a las tarifas de las carreteras de cobro.

La supercarretera Tuxtla-San Cristóbal será ampliada a tres carriles a lo largo de 30 kilómetros.  Según la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), la inversión de la obra asciende a mil 45 millones de pesos. En agosto del año pasado, el fondo de capital privado Ainda y el grupo constructor Aldesa negociaron el Acuerdo Nacional de Infraestructura, firmado por el gobierno federal y la iniciativa privada en noviembre de 2019; ambas concretaron la operación financiera para hacerse de Concesionaria de Autopistas del Sureste (CAS) por 951 millones de pesos, en la que Aldesa tendrá la participación mayoritaria con 51% y Ainda, el 49%.

Si el aumento de la tarifa es exorbitante en este momento que está empezando la obra, que se puede esperar para cuando se concluya.

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