Severo rezago educativo en Chiapas, resultado de su lacerante pobreza

IDALIA DÍAZ | POLÍTICA NETA MAGAZINE

Chiapas tiene el primer lugar en analfabetismo y rezago educativo a nivel nacional. Más del 30% de la población de entre 1 a 15 años tiene el nivel básico trunco y alrededor de 1 millón y medio de jóvenes entre 1 y 24 años de edad actualmente no estudian ningún nivel educativo.

Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el 2023, la población total de Chiapas es de 5 millones 968 mil 342 habitantes, de los cuales sólo 1 millón 725 mil 422 estudian en los diferentes niveles educativos del sistema público y privado.

Además, reporta un rezago total del 46.1 % de la población de 15 años en adelante que no ha terminado ni el nivel básico. Sin embargo, existe otra población de 1 millón 856 mil personas, de entre 1 a 15 años de edad, que sólo el 76% se encuentra estudiando el nivel básico, es decir, cerca de 500 mil niños, niñas y adolescentes no ejercen su derecho a la educación básica.

No obstante, el rezago educativo más agudo se encuentra entre la población de 15 años a más, pues existen más de 4 millones de personas con ese rango de edad, de los cuales más de un millón de personas están en edad apta para estudiar, entre los 15 y 24 años, pero sólo 211 mil 986 personas cursan el nivel medio superior y 124 mil 609 el superior. En conjunto entre el nivel básico, media y superior existe más de 1 millón y medio de chiapanecos entre 1 a 24 años que no están estudiando ningún nivel educativo.

Los municipios que más rezago educativo presentan son Chamula, Zinacantán, Chalchihuitán, donde más de 80% de su población no tiene ni el nivel básico terminado. Sin embargo, también otros municipios marginados de Chiapas no están muy alejados de esas cifras, como Mitontic, Chenaló, Pantelhó que tienen más del 70% de su población sin primaria o secundaria terminada.

A nivel nacional, Chiapas se encuentra en el primer de analfabetas, con el 11.9 de su población, es decir, cerca de 500 mil personas no saben leer ni escribir.

Estas cifras muestran indicadores alarmantes de la situación actual de la educación en Chiapas, sin embargo, solo es la parte externa del problema que representa la educación en la entidad, ya que el panorama interno, principalmente en las zonas rurales es más agudo.

Diversos especialistas en el tema de la educación, así como organizaciones sociales nacionales e internacionales han estudiado las causas de esta añeja problemática educativa en el estado, han destacado principalmente que el rezago educativo y el analfabetismo es el resultado de una lacerante pobreza.

Y en ese sentido, hoy Chiapas tiene el 74.4% de su población en pobreza y más del 28% en pobreza extrema, esto indica que los 2 millones de jóvenes que se encuentran en la edad apta para estudiar, entre 1 y 24 años de edad, están más preocupadas por subsistir que estudiar y terminan dedicándose a las actividades del campo, produciendo para el autoconsumo o migrando a otros países o estados de la república.

Las estadísticas del INEGI destacan que la balanza de pobreza en los últimos 15 años ha sido oscilante, sucediendo que del 78.48% de la población en pobreza en 2010 bajó a 72.55% en 2015 y subió a más 74 % desde el 2018 al 2023.
Por lo tanto, estas condiciones de pobreza se reflejan en los contextos escolares de cada municipio de Chiapas, con situaciones muy diferenciadas entre las zonas urbanas, rurales e indígenas, ya que solo en el nivel básico hay grandes contrastes entre las modalidades escolares que la SEP ofrece, entre la general, indígena y comunitaria.

Por ejemplo, la mitad de las escuelas de modalidad general, en todos los niveles, se encuentran por lo regular en localidades urbanas, de media, baja y muy baja marginación, cuentan con los mejores materiales, equipo e infraestructura, y tienen completo su personal docente, pese a que la gran mayoría también carece de laboratorios y talleres de ciencia, arte y tecnología; mientras que las escuelas de las modalidades indígena y comunitaria se ubican principalmente en las localidades más pequeñas y de alta y muy alta marginación, que en muchas ocasiones no cuentan con un inmueble propio y, en gran medida, se sostienen con la participación de la comunidad.

Sin embargo, entre estas modalidades, la indígena y comunitaria presentan graves problemas de aprovechamiento escolar porque en su mayoría son escuelas multigrados, es decir, los niños, niñas y adolescentes de distintos niveles educativos son atendidos por 1 o 2 profesores o instructores comunitarios en un solo grupo. Además, dichos instructores comunitarios son jóvenes becarios, que apenas terminaron el nivel secundario o bachillerato y fueron capacitados por una instancia educativa de la SEP para ser instructor de un nivel más bajo del que han obtenido.

Ante tal panorama, se resume que la calidad educativa es muy diferenciada entre las zonas rurales y urbanas marginadas y las urbanas no marginadas, por eso, la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE, mejor conocida como la prueba PISA, para Chiapas y muchos estados de la república solo ha servido para enfatizar nuestro bajo nivel de calidad educativa, por lo que es necesario voltear al contexto real del sistema educativo del país y provocar una educación intercultural donde predomine la participación ciudadana, ya que la escuela no sólo lo hacen los docentes y alumnos, sino todos los mexicanos.

Please follow and like us:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *