Rodeado de pirámides, muros pictóricos y relieves arquitectónicos y artísticos, el arqueólogo japonés Akita Akiniko ha consagrado 40 años de su vida profesional a la investigación científica y al trabajo de ilustración para preservar y difundir la grandeza y el esplendor de las culturas precolombinas asentadas en Chiapas, particularmente el universo de los mayas.
Al científico nipón lo conocen como «El japoneco» (japonés- chiapaneco). Como arqueólogo e ilustrador ha realizado trabajos en la zona arqueológica de Yaxchilán, durante los períodos de 1979, 1989 y 1991, cuya labor fue también de enlace histórico – cultural entre México y Japón.
En arqueólogo adscrito al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) combina su trabajo científico con la recreación de monumentos y piezas pétreas.
«Son dibujos publicados sobre Yaxchilán, además de otros de Iglesia Vieja y Junchavín», sostuvo.
ARTISTA PLÁSTICO
Toshiro Culebro es artista plástico es dibujante e ilustrador de algunas piezas de la zona arqueológica de Bonampak, en las profundidades de la selva chiapaneca.
Contó que una de sus misiones artísticas fue realizar una réplica a escala del muro norte de la cámara dos en Bonampak. «Resultó un trabajo muy complejo porque se trataba de una construcción muy deteriorada» por el paso del tiempo, la intemperie y el rigor del clima lluvioso y caluroso de la selva.
Los dibujos y obras pictóricas de científicos y artistas han preservado y recreado la historia y el patrimonio arqueológico regional, localizado en comunidades y asentamientos selváticos donde surgieron los diversos grupos humanos y culturales de Chiapas.